Júpiter es el planeta más grande del sistema solar. Su diámetro alcanza 142 984 km y su masa supera 1.899×1027 kg. Tiene una rotación muy rápida: 9 h 55 min 30 s.
Las nubes forman bandas visibles y la famosa Gran Mancha Roja. No existe una superficie sólida: hablamos de un mundo gaseoso donde la atmósfera pasa a capas cada vez más densas.
Hoy, la misión Juno aporta mediciones de gravedad y campos magnéticos que iluminan el interior. Gracias a esas señales, los científicos prueban modelos sobre un núcleo rocoso, diluido o ausente.
En esta guía para lectoras y lectores en Chile, explicamos qué muestran las imágenes y los datos. También veremos por qué estudiar este planeta grande ayuda a entender la formación de otros mundos.
Conclusiones clave
- Júpiter es el mayor cuerpo del sistema solar por tamaño y masa.
- No tiene superficie sólida; su «suelo» es gas comprimido.
- La Gran Mancha Roja y las bandas dan pistas sobre procesos profundos.
- Juno ofrece datos de gravedad y magnetismo que revelan capas internas.
- Conocer su interior ayuda a comprender la formación de planetas gaseosos.
Debajo de las nubes: por qué Júpiter esconde más de lo que muestran las imágenes
Lo que vemos en el cielo nocturno es solo la piel de un gigante. Las imágenes brindan pistas, pero muchas propiedades físicas y procesos ocurren bajo capas que no percibimos.
Un gigante gaseoso del sistema solar: tamaño, brillo y atmósfera en bandas
Este planeta aparece muy brillante y es visible a simple vista en Chile. Su atmósfera muestra zonas claras y cinturones oscuros que delatan patrones globales.
Vientos extremos y dinámica zonal: de 100 a 140 m/s en la cima de las nubes
Los vientos zonales son intensos: cerca del ecuador alcanzan ~100 m/s y en la Banda Ecuatorial Norte llegan a ~140 m/s. La rotación ultrarrápida refuerza las fuerzas de Coriolis y mantiene bandas estables.
Juno en el presente: asimetría del campo gravitatorio y corrientes profundas
La sonda Juno, en órbita desde 2016, detectó un campo gravitatorio asimétrico. Astrónomos interpretan que las corrientes se hunden hasta ~3 000 kilómetros.
Acercarse no fue trivial: la fuerte radiación obligó a blindajes y trayectorias que protegieran instrumentos.
| Aspecto | Medida | Implicación |
|---|---|---|
| Vientos en el ecuador | ~100 m/s | Circulación zonal intensa |
| Banda Ecuatorial Norte | ~140 m/s | Mayor cizallamiento atmosférico |
| Profundidad de corrientes | ~3 000 kilómetros | Flujos vinculados al balance energético |
| Sonda | Juno (2016–presente) | Mediciones gravitatorias y magnéticas |
En resumen: las bandas visibles y las espectaculares imágenes son solo la superficie. Cada kilómetro mapeado cambia nuestra visión del planeta y de cómo circula la energía desde el interior hacia la atmósfera.
El interior de Júpiter

Presiones colosales convierten el hidrógeno en un fluido conductor bajo la superficie.
La atmósfera no tiene un borde sólido; el gas se compacta y cambia fase de forma gradual. Hacia ~15 000 kilómetros bajo las nubes, el hidrógeno molecular pasa a comportarse como hidrógeno metálico líquido.
Un océano metálico y su energía
Ese enorme «océano» conductor, mezclado con helio y trazas de otros gases, permite generar corrientes eléctricas. La contracción lenta libera calor (~5,4 W/m²), que impulsa convección y movimiento.
Modelos de núcleo y masa
Modelos proponen un núcleo rocoso pequeño (~7 masas terrestres) o más masivo (14–18). También existe la posibilidad de un núcleo diluido por mezcla con el hidrógeno metálico.
| Aspecto | Valor | Consecuencia |
|---|---|---|
| Profundidad de transición | ~15 000 kilómetros | Formación de hidrógeno metálico |
| Masa del núcleo (modelos) | 7 – 18 masas terrestres | Varía estructura y mezcla interna |
| Calor irradiado | ≈5,4 W/m² | Convección y circulación profunda |
| Dínamo y campo | Onda de choque ~26 millones km | Magnetosfera gigantesca, ~20 000× campo terrestre |
Dínamo y observaciones
La rápida rotación, junto al hidrógeno conductor, crea un dínamo que sostiene un campo magnético inmenso. La sonda Juno acota la distribución de masa y la profundidad de las corrientes.
En conjunto: conocer esa estructura ayuda a entender por qué este planeta grande muestra bandas y asimetrías observables desde Chile y desde todo el sistema solar.
Gran Mancha Roja y corrientes: cómo la atmósfera revela pistas del interior
La Gran Mancha Roja funciona como un laboratorio atmosférico para estudiar procesos profundos. Esta tormenta anticiclónica, en el hemisferio sur, tiene vientos periféricos cercanos a 400 km/h y hoy abarca ~2,5 veces la Tierra.
Tormentas longevas y bandas cambiantes
La mancha roja muestra cambios de color e intensidad que hablan de dinámica vertical y composición química. Óvalo BA, surgido en 2006, pasó de blanco a rojizo, señal de variaciones en altura y mezcla.
Las bandas muestran vientos de ~100–140 m/s en niveles altos. Esos flujos y los ~400 km/h alrededor de la gran mancha intercambian momento con capas profundas.
| Característica | Medida | Implicación |
|---|---|---|
| Tamaño actual | ≈2,5× Tierra | Vórtice de escala planetaria |
| Vientos periféricos | ~400 km/h | Alta energía y estabilidad |
| Profundidad de corrientes | ~3 000 kilómetros | Acoplamiento atmósfera–capas profundas |
| Capas de nubes | Amoníaco, hidrosulfuro, agua (5–6 bar) | Tormentas convectivas y descargas |
La sonda Juno y telescopios como Hubble complementan las imágenes. Juno detecta un campo gravitatorio asimétrico que «delata» masas en movimiento. Juntar microondas, gravedad e imágenes permite ver cómo un vórtice persistente refleja procesos internos.
En síntesis: la gran mancha sirve como ventana para entender por qué este planeta grande mantiene estructuras longevas. Estudiarla ayuda a comprender vórtices y la relación entre atmósfera y capas profundas en todo el sistema solar.
Conclusión
Mirar más allá de las nubes nos permite conectar observaciones con procesos profundos.
Comprender este planeta significa unir imágenes, medidas gravitatorias y modelos físicos. Hay una transición gradual gas–líquido–metálico y probablemente un vasto océano de hidrógeno metálico que conduce electricidad.
El núcleo sigue en discusión: puede ser compacto, diluido o menor en masa. Las corrientes que llegan a ~3 000 km y el campo magnético, sostenido por ese hidrógeno, explican bandas y vórtices como la mancha roja.
Gracias a Juno, conocemos hoy un mapa más preciso del gigante. Para lectores en Chile, observarlo a simple vista o con telescopio es el inicio para entender un mundo clave del sistema solar y cómo funcionan los planetas gigantes en un grande sistema planetario.