Historia breve: durante la Segunda Guerra Mundial se buscó un snack práctico para tropas. Forrest Mars patentó en 1941 un proceso que protegía el chocolate del calor y la humedad.
La idea llegó al mercado militar primero; luego los soldados volvieron a casa y con ellos llegó la demanda civil. La marca creció desde tubos de cartón hasta la clásica bolsa marrón de 1948.
El nombre proviene de los apellidos de los fundadores y la letra impresa en cada pieza se volvió sello de autenticidad. Los caramelos iniciales vinieron en varios colores y cambiaron por seguridad y preferencia pública.
Con el tiempo fueron más que un snack táctico: pasaron a ser iconos pop, con personajes, sabores nuevos y presencia global, incluyendo Chile.
Conclusiones clave
- Patente y venta al ejército marcaron el inicio de la historia.
- El diseño resistente al calor transformó el consumo de chocolate.
- El nombre refleja apellidos fundacionales y autenticidad marcada.
- Los colores han evolucionado por seguridad y gustos públicos.
- La marca se globalizó y hoy integra cultura, deportes y videojuegos.
Introducción: una historia de guerra, chocolate y marca icónica
Una necesidad en el frente transformó un simple dulce en un símbolo global.
Historia breve: con patente de 1941 nació un producto pensado para la tropa. La venta fue exclusiva para el ejército mientras duró la Segunda Guerra Mundial. Luego, el regreso de soldados impulsó la popularidad civil.
A finales de la década de 1950 la expansión cruzó fronteras y llegó a gran parte del mundo. Lo que comenzó como solución práctica para evitar que los chocolates se derritieran se convirtió en una familia amplia de dulces.
Hoy la línea incluye chocolate con leche, maní, almendra y pretzel. Esas variantes muestran cómo los productos evolucionaron para distintos momentos del día.
Marcas así perduran porque un hijo de la industria y otros herederos supieron convertir una idea útil en campañas, personajes y presencia global.
“No se derrite en las manos” fue, y sigue siendo, una promesa que cambió la categoría.
El origen de los M&M’s
Un detalle simple —botones con capa dura— inspiró una idea que cambió cómo se produce y consume chocolate en situaciones exigentes.
La inspiración en botones recubiertos y la solución “resistente al calor”
Forrest Mars observó en Europa pequeños botones cubiertos que no se fundían al tacto. Ese recubrimiento protegía el centro y evitaba que el caramelo se deformara.
El formato reducido y la capa dura eran perfectos para raciones. Protegían el producto en climas cálidos y facilitaban el transporte en campaña.
De idea a patente: marzo de 1941 y el arranque en Newark
En marzo de 1941 se registró la patente que formalizó el proceso y arrancó la producción en Newark, Nueva Jersey.
La alianza con Bruce Murrie, hijo de William Murrie, unió recursos y know-how. Esa colaboración aceleró el acceso a materia prima y la escala en los primeros años.
- Motivación práctica: asegurar que el chocolate llegara intacto.
- Técnica clave: recubrimiento duro y piezas pequeñas.
- Resultado: producto ideal para raciones y transporte.
La meta nunca fue elegante: fue funcional. Y esa funcionalidad definió el éxito.
Forrest Mars y Bruce Murrie: los apellidos detrás del nombre

La marca nació cuando dos apellidos se unieron para convertir una idea en negocio.
Conflicto familiar, alianzas y el rol de William
Forrest Mars buscó apoyo fuera de su familia tras un conflicto interno. Necesitaba acceso a materias primas y canales de venta. Por eso acudió al entorno de Hershey.
William F. R. Murrie aceptó negociar, con la condición de incluir a su hijo, Bruce. Esa decisión aseguró respaldo y confianza en la operación.
La sociedad mars murrie y la elección del nombre
La sociedad mars murrie transformó la idea original en un producto escalable y listo para raciones. El acuerdo equilibró recursos y distribución entre marcas rivales.
El nombre surgió a partir de los apellidos fundadores; la letra impresa en cada pieza ayudó a construir confianza desde el inicio.
«Una jugada estratégica entre equipos rivales creó un distintivo fácil de recordar.»
- Abrió puertas a recursos y venta masiva.
- Consolidó una idea con potencial comercial.
- La propiedad evolucionó tras la guerra, pero la marca ya era un símbolo.
Segunda Guerra Mundial: del laboratorio al bolsillo del soldado
La resistencia al calor llevó a un snack de laboratorio hasta los uniformes en el frente.
Venta exclusiva al ejército y raciones de campaña
Durante la guerra la compañía suministró estos caramelos solo al ejército estadounidense. Su recubrimiento evitaba que el chocolate se derritiera en climas cálidos.
Por eso fueron ideales en raciones. Eran fáciles de transportar y protectores contra humedad y golpes.
El regreso de los GIs y el impulso al consumo masivo
La logística usó tubos de cartón que simplificaron la distribución en campaña. Además, relaciones claves con William Murrie aseguraron materia prima en tiempos de escasez.
Cuando los soldados volvieron a Chile y a Estados Unidos, pidieron el mismo snack que conocieron en el frente. Esa vez marcó el inicio del boom civil.
- Elección militar: chocolate protegido y práctico.
- Integración masiva: primer chocolate pensado para raciones.
- Calidad estable: procesos adaptados a la demanda bélica.
| Atributo | Ventaja en campaña | Impacto posguerra |
|---|---|---|
| Recubrimiento duro | Protege centro ante calor | Confianza del consumidor |
| Empaque en tubos | Fácil transporte y distribución | Reconocimiento de marca |
| Abastecimiento | Soporte industrial y alianzas | Escala productiva para mercado civil |
«No se derrite en las manos» fue una promesa probada en condiciones reales.
De la fábrica al mundo: expansión de la compañía y del negocio

Tras la guerra, un dulce pensado para ración encontró su lugar en góndolas y quioscos. Ese cambio implicó nuevas reglas, nuevos clientes y una reorientación clara del negocio.
Fin de cuotas de guerra y compra de la participación de Murrie
Cuando terminaron las restricciones, la venta volvió al público general. Forrest Mars compró la parte de Bruce Murrie y asumió la propiedad total. Esa decisión aceleró el cambio estratégico y simplificó decisiones en planta.
Identidad y crecimiento global
La clásica bolsa marrón (1948) y la huella global
En 1948 llegó la bolsa marrón, un empaque simple que consolidó confianza. Durante la década siguiente la compañía profesionalizó distribución, marketing y portafolio.
A fines de los años 1950 la expansión internacional ya cubría más de 100 países. Ese impulso permitió lanzar nuevos productos y afianzar la presencia en todo el mundo.
- De ración a góndola: apertura a mercados civiles.
- Propiedad única: decisiones estratégicas más ágiles.
- Consistencia: empaque y comunicación que generan confianza.
La “m” que certifica el dulce: pequeños grandes cambios
Un pequeño sello impreso pronto se convirtió en una garantía reconocible en cada paquete.
De “m” negra (1950) a blanca (1954): “Busca la M en cada pieza”
En 1950 los caramelos empezaron a llevar una letra impresa en negro. Esa marca funcionó como control de calidad y prueba de autenticidad.
Cuatro años más tarde, hubo un cambio: la letra pasó a blanca. Esa modificación mejoró la visibilidad sobre el recubrimiento y facilitó la verificación visual por parte del comprador.
La campaña «Look for the M on every piece» enseñó al público a revisar cada unidad. Ver la impresión reforzaba confianza en el chocolate y disuadía imitaciones.
- El sello garantizaba uniformidad y trazabilidad.
- El cambio de tinta exigió mejoras productivas para mantener legibilidad.
- Pequeños ajustes elevaron reconocimiento y experiencia consistente.
Un detalle visual ayudó a convertir una pieza en un estándar confiable.
Este episodio prepara la transición a la siguiente sección, donde el aspecto visual —paleta y colores por década— toma protagonismo.
Colores, décadas y cambios: del marrón al azul

La evolución visual ayudó a mantener la marca fresca en cada góndola. Desde el inicio existió una paleta clara que funcionó como sello.
La paleta original y ajustes por década
Originalmente venían en marrón, rojo, naranja, amarillo, verde y violeta. Esa combinación facilitó reconocimiento y compra por impulso.
Cada década trajo ajustes: algunos tonos se suavizaron, se añadieron variantes y se probaron ediciones limitadas para renovar interés.
Por qué desapareció el rojo (1976-1987) y su retorno
Entre 1976 y 1987 hubo ausencia del rojo por una preocupación pública sobre el Red No. 2. Aunque la compañía no usaba ese tinte, retiró el tono para evitar confusión.
En 1987 se reintrodujo tras aclararse su seguridad. El regreso mejoró percepción y ventas; la presencia del rojo reforzó la memoria visual en el punto de venta.
- Impacto visual: un equilibrio entre tonos atrae miradas y facilita compartir.
- Confianza: comunicación clara sobre cambios evita rumores.
- Renovación: el ingreso del azul surgió por votación y campañas enfocadas en preferencia pública.
| Año | Cambio | Resultado |
|---|---|---|
| Década de 1940 | Paleta original establecida | Identidad clara en góndola |
| 1976–1987 | Rojo retirado temporalmente | Evitar confusión por seguridad |
| 1987 | Rojo reintroducido | Mejor percepción del consumidor |
| Décadas recientes | Ingreso del azul y ediciones | Mayor preferencia y variedad |
“El color del caramelo influye en la compra tanto como el sabor.”
Esta evolución estética acompañó la diversificación en sabores y formatos que vendrían después. Para leer más sobre la historia del color azul y su impacto visite historia del color azul.
Sabores y formatos: del chocolate con leche a la mantequilla de maní
Los sabores evolucionaron para conquistar paladares distintos, sin perder el recubrimiento crujiente que define cada pieza.
El corazón del portafolio sigue siendo el chocolate con leche en tamaños mini y regular. Esa base suave y familiar mantiene la preferencia nacional.
Variedades y texturas
Hay opciones con maní, almendra y pretzel que cambian la textura y la experiencia en boca.
La mantequilla de maní añade cremosidad y un perfil muy popular para compartir.
- Formatos: mini, regular y bolsitas para cine o oficina.
- Productos: versiones con centro de chocolate oscuro para gustos más intensos.
- Colores: rojo, amarillo, verde, azul y otros mantienen la diversión visual.
| Variante | Textura | Ocasión | Nota clave |
|---|---|---|---|
| Chocolate con leche | Suave | Diaria | Clásico y versátil |
| Peanut / mantequilla | Cremosa y crocante | Compartir | Muy popular |
| Pretzel y almendra | Crocante | Postres | Aporta contraste |
| Chocolate oscuro | Intenso | Degustación | Para paladares finos |
Combina distintas versiones en postres caseros para renovar un instante cotidiano.
Personajes y cultura pop: Red, Yellow, Green, Blue y la Sra. Brown
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Un elenco colorido convirtió cada caramelo en un narrador cercano y divertido. Estos voceros humanizan el chocolate y acercan la marca al público chileno y al resto del mundo.
Publicidad, videojuegos y presencia en TV
Desde comerciales hasta cameos en series como Los Simpson, Family Guy y Futurama, los personajes aumentaron la notoriedad por década.
Además protagonizaron videojuegos como M&M’s Adventure y M&M’s Blast, que extendieron los productos más allá del empaque.
Patrocinios deportivos y eventos masivos
El patrocinio oficial en NASCAR desde 2012, junto a apariciones en Super Bowl y NCAA, conectó con audiencias diversas.
Eso fortaleció la presencia en góndola y en e‑commerce gracias a una coherencia visual y de tono consistente.
“Los personajes actúan como puente: cuentan historias, animan campañas y mantienen vigente el interés de nuevas generaciones.”
- Red: pícaro y líder de campaña.
- Yellow: simpático y torpe, clave en humor.
- Green: coqueta, impulso para ediciones especiales.
- Blue: frío y sofisticado, aporta contraste.
- Sra. Brown: elegante, voz de calidad.
| Elemento | Impacto | Ejemplo |
|---|---|---|
| Personajes | Humanizan y fidelizan | Comerciales y cameos TV |
| Videojuegos | Expansión transmedia | M&M’s Adventure, M&M’s Blast |
| Patrocinios | Alcance masivo | NASCAR 2012, Super Bowl |
Hitos curiosos en la historia de M&M’s
Una hazaña poco conocida catapultó a estos caramelos más allá de la Tierra. Esa vez sorprendió al público y reforzó su perfil como snack práctico.
Un viaje que comprobó resistencia y utilidad
Fueron los primeros caramelos en viajar al espacio. Llevaron consigo la promesa de confiabilidad en condiciones extremas y proyectaron la marca ante el mundo.
El formato compacto y el recubrimiento duro favorecen su consumo en microgravedad. No generan migas ni derrames, y su textura facilita manejar piezas pequeñas dentro de cabinas reducidas.
Este logro enlaza con la historia de innovación iniciada en 1941, probada luego en campañas y misiones reales. Hitos así alimentan orgullo entre fans y coleccionistas.
“Un snack que resistió el espacio reafirma su mensaje: práctico y divertido en cualquier lugar.”
- Promueve la narrativa de fiabilidad en contextos extremos.
- Refuerza el atractivo diario: la misma practicidad útil en casa.
- Se suma a otros momentos singulares en eventos y colaboraciones culturales.
Este episodio prepara la transición hacia su arraigo en Chile y su presencia en la vida cotidiana local.
Del mundo a Chile: cómo esta marca de dulces conquistó el día a día
Cuando la empresa amplió su alcance a fines de los años cincuenta, la marca llegó a Chile ya probada en mercados extranjeros.
En kioscos y supermercados se impusieron sabores clásicos como el chocolate con leche. Esos perfiles convivieron con opciones para quienes buscan variación.
Hay versiones con mantequilla de maní, almendra y pretzel. También existen alternativas de chocolate oscuro para paladares más intensos.
Campañas entretenidas y personajes familiares sostuvieron presencia local. Eso ayudó a que el público asociara el producto con momentos cotidianos.
- Colaciones: práctico para niños y adultos.
- Compartir: perfecto en salidas y oficinas.
- Recetas: combina bien en postres caseros.
| Variante | Formato práctico | Ocasión típica |
|---|---|---|
| Chocolate con leche | Bolsitas y minis | Colación diaria |
| Mantequilla de maní / peanut | Bolsas para compartir | Panorama y snacks |
| Almendra / pretzel / oscuro | Paquetes variados | Postres y degustación |
La consistencia en calidad y variedad hizo que estos dulces se ganaran un espacio fijo en la vida cotidiana chilena.
Prueba combinaciones nuevas en recetas o en reuniones. Verás cómo pequeños ajustes en sabor transforman un momento simple en una experiencia distinta.
Conclusión
Una cadena de decisiones inteligentes convirtió un invento patentado en 1941 en un producto presente en nuestro día a día. La venta inicial al ejército, la bolsa de 1948, la m impresa y cambios cromáticos como la ausencia temporal del rojo prueban esa trayectoria.
Los personajes mantienen viva la conversación y atraen nuevas generaciones. Los sabores van desde chocolate con leche hasta maní, almendra y pretzel, y el ingreso del azul sumó un sello más al conjunto de colores.
La historia muestra equilibrio entre tradición e innovación. La “m” en cada pieza sigue siendo símbolo de autenticidad. Para ampliar, visita la historia completa.
