¿Sabías que un incidente de contrabando en el Caribe desató una batalla de nueve años entre dos imperios? En 1739, un capitán británico mostró en el Parlamento una oreja conservada en brandy, supuestamente cortada por autoridades españolas. Este hecho, aunque dramático, fue solo la chispa de un conflicto mucho más profundo.
La llamada Guerra del Asiento enfrentó a España y Gran Bretaña por el control comercial de América. Mientras los británicos buscaban debilitar el monopolio español, el Parlamento usó el episodio de la oreja como excusa para movilizar a la opinión pública. Detrás de esto había intereses económicos: acceso a puertos estratégicos y rutas de plata.
El Caribe se convirtió en tablero de juego. Sus islas y rutas marítimas eran vitales para ambos bandos. Aunque coincidió con la Guerra de Sucesión Austriaca, este enfrentamiento definió por décadas el equilibrio de poder colonial. ¿Cómo logró España mantener su dominio pese a las presiones? La respuesta está en su capacidad para adaptar tácticas navales y alianzas locales.
Conclusiones clave
- Un evento menor en el Caribe escaló a conflicto internacional de 9 años
- Motivos económicos, no solo políticos, impulsaron la guerra
- El control del comercio americano era el verdadero objetivo británico
- El Parlamento británico manipuló la opinión pública para justificar la guerra
- El Caribe fue zona clave para estrategias militares y comerciales
Contexto histórico y origen del conflicto
¿Cómo un acuerdo comercial terminó en guerra? Todo comenzó con el Tratado de Asiento de Negros de 1713. Este pacto permitía a Gran Bretaña vender esclavos en territorios españolas América durante 30 años, además de enviar un navío permiso anual con mercancías. Pero había un problema: los británicos querían más.
Antecedentes y el Tratado de Asiento
La Compañía de los Mares del Sur, creada en 1711, prometía riquezas con el comercio americano. Sus acciones subieron como la espuma, pero fue la primera burbuja económica de la historia. Cuando los beneficios no llegaron, buscaron «alternativas».
| Cláusula del Tratado | Objetivo Original | Realidad en 1730s |
|---|---|---|
| 4,800 esclavos anuales | Abastecer colonias españolas | Excusa para otros negocios |
| Navío de 500 toneladas | Comercio limitado | Red de contrabando |
| Derecho exclusivo | Control español | Operaciones piratas |
El contrabando y la situación en el Caribe
El navío permiso se convirtió en caballo de Troya. Mientras un barco legal descargaba, decenas más esperaban en alta mar. Usaban banderas falsas y escondían oro entre sacos de azúcar. Para 1735, España desplegó guardacostas que incautaban 4 de cada 10 barcos británicos.
Esta tensión comercial duró años. Ambos países necesitaban dinero: España para mantener su imperio, Gran Bretaña para recuperarse de crisis económicas. El Caribe ardía en disputas que nadie quería resolver diplomáticamente.
Detalles de la Guerra de la Oreja de Jenkins

Un acto de violencia en alta mar encendió la mecha de un conflicto internacional. En 1731, el bergantín Rebecca, comandado por Robert Jenkins, fue interceptado cerca de Florida por el capitán español León Fandiño. La acusación: contrabando en aguas controladas por España.
Fandiño aplicó un castigo que marcaría la historia. Según testimonios, cortó una oreja al británico mientras pronunciaba: «Ve y dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve». Este gesto, inicialmente local, se transformaría en símbolo de tensiones mayores.
El incidente de Robert Jenkins y su repercusión en el Parlamento británico
Siete años después, el suceso adquirió dimensión política. En 1738, Jenkins compareció ante el Parlamento británico mostrando un frasco con lo que afirmaba ser su oreja mutilada. Su dramatizado relato sirvió como prueba de «agresión española», aunque documentos sugieren incoherencias.
Investigaciones modernas revelan datos curiosos. Algunos archivos indican que León Fandiño solo confiscó mercancías, sin realizar mutilaciones. Otros sugieren que Jenkins perdió la oreja en una pelea de taberna años antes. ¿Por qué esperó siete años para denunciarlo? La respuesta está en la política.
El primer ministro Walpole intentó evitar la guerra, pero el Parlamento usó el episodio como herramienta propagandística. La frase «lo mismo le haré» se repitió en discursos para movilizar apoyo popular, ocultando intereses comerciales reales. Así, un incidente dudoso se convirtió en casus belli perfecto.
Batallas clave y repercusiones en América
El Caribe fue testigo de enfrentamientos que redefinieron el poder colonial. Mientras los británicos confiaban en su superioridad naval, España demostró ingenio militar y alianzas estratégicas. Estos choques armados revelaron patrones sorprendentes en táctica y resistencia.
La defensa de Cartagena de Indias y la hazaña de Blas de Lezo
En 1741, Blas de Lezo escribió una página épica. Con solo 6 navíos y 4,000 hombres, enfrentó a 186 barcos británicos y 30,000 soldados. Usó tácticas innovadoras: hundió sus propios barcos para bloquear el puerto y organizó milicias urbanas.
La batalla de San Agustín y la importancia estratégica de la Florida
En Florida, Manuel de Montiano lideró una defensa multicultural. Cimarrones (esclavos liberados) y soldados regulares fortificaron el Castillo San Marcos. Este fuerte, construido con coquina, resistió bombardeos durante 27 días. Los británicos abandonaron el sitio sin lograr su objetivo.
| Batalla | Fuerzas Españolas | Fuerzas Británicas | Resultado |
|---|---|---|---|
| Cartagena de Indias | 4,000 hombres 6 navíos |
30,000 soldados 186 barcos |
Victoria española |
| San Agustín | 1,500 defensores | 2,000 atacantes | Retirada británica |
Impacto en el comercio y el legado en las colonias americanas
Pese a las batallas, el comercio español mantuvo su ritmo. Enviaban 50 navíos anuales, igual que antes de la guerra. El oro hacia España incluso aumentó un 15%. Los británicos perdieron 3,528 barcos, demostrando la vulnerabilidad de sus rutas.
Ciudades como San Agustín se convirtieron en símbolos de resistencia. Las fortificaciones españolas siguen en pie hoy, testigos mudos de estas batallas que moldearon el mapa americano.
Conclusión
¿Cómo un conflicto nacido de un acto simbólico terminó reforzando el dominio colonial? El Tratado de Aquisgrán (1748) devolvió las fronteras a su estado original, confirmando la resistencia española. Pese a sus ambiciones, Gran Bretaña no logró controlar rutas clave ni debilitar el monopolio comercial.
Este enfrentamiento entre 1739 y 1748 demostró algo crucial: las victorias no siempre se miden por conquistas territoriales. España mantuvo intacto su sistema de asientos comerciales, mientras los héroes anónimos -marineros, cimarrones y milicianos- escribieron páginas de valor colectivo.
Las derrotas británicas en Cartagena y San Agustín revelaron errores estratégicos. Sus 186 barcos y 30,000 soldados fracasaron ante tácticas innovadoras y alianzas multiculturales. Hoy, estas batallas siguen enseñando lecciones sobre resiliencia e ingenio militar.
El legado trasciende fechas y tratados. Como muestran análisis históricos, el conflicto consolidó modelos defensivos que durarían décadas. Un choque que empezó como drama personal terminó definiendo el equilibrio de poder en las Américas.