En 1945 un ingeniero llamado Percy Spencer trabajaba en Raytheon con magnetrones cuando notó algo curioso: una barra chocolate en su bolsillo se había derretido.
Intrigado, Spencer realizó pruebas con granos de maíz y un huevo. Los granos explotaron en palomitas y el huevo estalló. Así nació la idea de usar microondas para cocinar.
Raytheon patentó la técnica y en 1947 lanzó el primer electrodoméstico comercial, llamado Radarange. Al principio fue enorme, pesado y caro, y las ventas fueron bajas.
Con el tiempo, la tecnología bajó de tamaño y precio. En 1967 Amana ayudó a popularizarlo y hoy es un aparato común en la cocina mexicana.
Conclusiones clave
- Un accidente con chocolate dio paso a una innovación práctica.
- Percy Spencer lideró las pruebas que demostraron el potencial para cocinar.
- El primer modelo fue grande y costoso, no apto para todos los hogares.
- La evolución técnica convirtió al aparato en un electrodoméstico cotidiano.
- La combinación de curiosidad y método científico impulsó el avance.
Un hallazgo casual en 1945: la barra de chocolate que cambió la cocina
Un día en un pequeño laboratorio de Raytheon, Percy Spencer pasó cerca de un magnetrón encendido y notó algo inesperado: la barra de chocolate en su bolsillo se había derretido.
Ese lugar era un taller de pruebas para radares, lleno de equipos y cables. El dispositivo que generaba microondas no tenía finalidad culinaria; servía para medir señales y mejorar detectores.
Spencer, un ingeniero autodidacta, reaccionó con curiosidad. En vez de ignorar el suceso, formuló una hipótesis y decidió experimentar más.
El momento en el que la observación se vuelve experimento
El entorno técnico permitió medir efectos inusuales con rapidez. Aquella sorpresa fue el punto de partida para probar otros materiales y alimentos.
| Elemento | Contexto | Resultado |
|---|---|---|
| Magnetrón | Equipo de alta frecuencia en el laboratorio | Generó energía que calentó la barra |
| Spencer | Ingeniero curioso en pruebas de radares | Transformó un accidente en investigación |
| Lugar | Bancadas y equipos de Raytheon | Escenario ideal para observar el efecto |
Hoy podemos leer ese episodio como ejemplo de cómo una observación simple, en el momento adecuado y en el lugar correcto, cambió la vida cotidiana. Para más curiosidades relacionadas, visita secretos ocultos en objetos cotidianos.
El origen del microondas: del magnetrón a los primeros experimentos con alimentos

Tras el incidente con la barra, Spencer probó efectos sobre comida sencilla. Colocó unos granos de maíz frente al magnetrón y vieron palomitas.
En otra prueba puso un huevo. El calentamiento fue tan rápido que el huevo explotó. Esos hallazgos mostraron que las ondas podían calentar alimentos en segundos.
De pruebas a patente y modelo comercial
Los experimentos convencieron a la empresa Raytheon. Registró una patente y en 1947 lanzó el primer modelo llamado Radarange.
Aquel aparato usaba la misma física que el radar. Era grande y pensado para cocinas profesionales. Aun así, sentó las bases para futuros equipos domésticos.
| Prueba | Observación | Impacto |
|---|---|---|
| Granos | Se convirtieron en palomitas | Demostró eficiencia en calentar |
| Huevo | Explotó por calor rápido | Mostró necesidad de control |
| Radarange | Primer modelo comercial | Puso la tecnología en el mercado |
Del armatoste costoso al electrodoméstico de uso diario: evolución, tamaño y precio
Los primeros modelos eran auténticos armatostes, pensados para cocinas profesionales y laboratorios.
Tamaño: pesaban alrededor de 340 kilos y medían ~1.70 m. Su capacidad era alta, pero no apta para un hogar común.
Precio: costaban cerca de US$5,000, lo que limitó las ventas y mantuvo la adopción restringida al sector industrial y restaurantes.
Costos, potencia y llegada a hogares
Estos equipos requerían varios minutos de precalentamiento y consumían mucha energía.
Su potencia permitía resultados en segundos; por ejemplo, una papa podía cocinarse en ~30 segundos en pruebas históricas.
“Hasta que Amana intervino en 1967, pocos consideraban este aparato para uso doméstico.”
- Amana redujo tamaño y precio, facilitando la entrada al mercado de consumo.
- Mejoras en componentes y producción impulsaron la masificación.
- La transformación convirtió ese dispositivo industrial en electrodomésticos prácticos.
Enseguida veremos cómo funciona hoy y qué medidas de seguridad lo hacen confiable para la cocina moderna.
Cómo funciona y por qué es seguro: magnetrón, microondas y la malla de la puerta

Dentro de la cavidad, un componente clave convierte electricidad en ondas que calientan la comida: el magnetrón. Esas microondas excitan moléculas polares, especialmente agua, y esa fricción produce calor rápido y localizado.
La protección principal viene de una malla metálica integrada en la puerta. Los orificios están diseñados para reflejar las microondas y, al mismo tiempo, permitir paso de luz visible. Por eso podemos ver lo que se cocina.
El vidrio o el plástico de la ventanilla no bloquean la energía por sí mismos; la seguridad depende de la malla y de los sellos herméticos. Además, la cavidad metálica confina la energía durante el uso normal.
Esta tecnología comparte raíces con los radares, pero fue adaptada y regulada para cocinar de forma segura. Platos giratorios y buena distribución de ondas mejoran el calentado uniforme.
“Los cierres y sensores evitan el funcionamiento con la puerta abierta, y normas modernas garantizan niveles seguros en uso correcto.”
Para profundizar en nombres y traducciones técnicas revisa horno de microondas en inglés. En la siguiente sección veremos recipientes y buenas prácticas para usar este aparato con confianza.
Usos, ventajas y actualidad: calentar alimentos en segundos, eficiencia y buenas prácticas
Muchas familias usan este equipo para calentar alimentos en cuestión de segundos. Su principal ventaja es ahorrar minutos frente a métodos tradicionales y gastar menos energía.
Ahorro de tiempo, energía y versatilidad
Usos comunes incluyen descongelar, recalentar platos preparados y cocinar al vapor. Con 700 W de salida suele bastar para uso cotidiano. Hoy en actualidad existen modelos económicos con buena capacidad para porciones familiares.
Buenas prácticas y seguridad con recipientes
Elige vidrio o plástico apto para microondas. Evita bolsas de papel y poliestireno no apto; pueden fundirse o prenderse. Verifica etiquetas y tapas antes de usar.
- Cubre alimentos para evitar salpicaduras.
- Añade agua al cocinar al vapor y remueve para más uniformidad.
- Usa potencias bajas para descongelar y medias para recalentar.
“Con buenos recipientes y tiempos controlados, su empleo es seguro y eficiente tanto en hogar como en servicios de comida.”
Conclusión
Hoy reconocemos que un simple incidente con una barra de chocolate cambió la forma de calentar comida. Percy Spencer transformó un accidente en experimentos con maíz y un huevo usando un magnetrón. Eso probó que se podía cocinar alimentos en segundos.
La empresa Raytheon patentó el primer modelo, Radarange, y más tarde Amana redujo tamaño y precio para llevar este dispositivo al mercado doméstico. La puerta con malla y el diseño interno garantizan la seguridad en cada uso.
Hoy, los microondas ahorran tiempo y permiten múltiples usos: calentar, descongelar y cocinar platos rápidos. Para ampliar datos históricos consulta esta historia del microondas.
Aplicar buenas prácticas y elegir recipientes adecuados mantiene la eficiencia y cuida la comida. Así, lo que comenzó en un laboratorio se convirtió en un electrodoméstico clave en la cocina moderna.
