El relato comienza en terreno firme: el 14 de junio de 1974 se faenaron y vendieron los primeros 500 pollos en la planta Lo Miranda. Ese hito marcó el inicio de una marca que creció con trabajo y visión.
Agrosuper, fundada en 1960 por Gonzalo Vial Vial, ya tenía una base productiva y logística que permitió escalar la propuesta. La planta Lo Miranda se convirtió en el lugar emblemático donde se definió el sello de calidad.
La combinación de trabajo en terreno, foco en eficiencia y cercanía con consumidores transformó un proyecto local en un referente nacional. Con el tiempo se integraron procesos, se fortaleció la cadena de suministro y se consolidó un modelo que unió campo, planta y distribución propia.
Hoy, el salto desde aquel principio humilde hasta una empresa con ventas cercanas a US$ 2.000 millones refleja constancia e innovación. En las siguientes secciones desarrollaremos la evolución histórica, el rol de Lo Miranda y la vocación exportadora.
Conclusiones clave
- El 14 de junio de 1974 marcó el inicio con 500 unidades faenadas en Lo Miranda.
- Agrosuper, fundada en 1960 por Gonzalo Vial Vial, respaldó el crecimiento.
- La planta fue clave para crear un sello de calidad y aprendizajes.
- Trabajo en terreno y eficiencia acercaron la marca a los consumidores.
- La integración de procesos permitió la expansión nacional e internacional.
De los primeros 500 pollos a una marca país: los inicios y el contexto en Chile
El 14 de junio de 1974 marcó un momento clave: se elaboraron y salieron a la venta los primeros 500 ejemplares en la planta Lo Miranda. Ese lote inicial ancló una marca reconocida por calidad y cercanía con los consumidores.
1974: nacimiento y primeros pasos
El inicio formal permitió probar procesos y canales de venta. Diez años después, se sumó el negocio del cerdo en la misma planta, integrando operaciones y ganando eficiencia.
Décadas de expansión y apertura a mercados
En los años siguientes la compañía escaló su negocio, diversificó productos y consolidó una red de terminales para acercar el producto al mercado.
El telón de fondo: industria y liderazgo
Para 2010 el pollo era la carne más consumida en Chile, con casi 500 mil toneladas. La cadena sigue pasos claros: reproductoras, incubación por 21 días, crianza 45 días y faenado con envasado y cortes, lo que aseguró trazabilidad y estandarización.
“La combinación de una marca fuerte y procesos integrados permitió sostener el crecimiento.”
- 1974: 500 unidades que definieron identidad.
- Integración del cerdo y escalamiento operativo en años siguientes.
- 2010: liderazgo en producción y consumo que validó la estrategia.
Origen de Súper Pollo: planta Lo Miranda, procesos y vocación exportadora

La planta Lo Miranda fue el núcleo donde se transformaron métodos artesanales en líneas industriales.
De lo manual a la eficiencia: modernización, tecnología y colaboradores
Lo Miranda nació en 1974 y, diez años después, incorporó el proceso porcino. Con el tiempo las tareas manuales dieron paso a maquinarias e infraestructura moderna.
Guillermo Medina, con más de 40 años en la planta, recuerda los primeros años y cómo la automatización elevó la seguridad y el rendimiento.
Hoy la planta trabaja con más de 2.500 colaboradores y procesos certificados. Esa profesionalización permitió sostener volúmenes y calidad.
Exportar a través de América y Asia: expansión regional e internacional
En 1994 comenzaron las ventas a Argentina y luego se sumaron mercados como Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. La experiencia regional validó el negocio fuera de Chile.
En 1997 llegó Asia: Japón recibió lomo, filete y panceta, lo que posicionó a la marca a nivel global. Actualmente la planta exporta el 12% del pollo y el 45% del cerdo, demostrando una clara vocación exportadora.
- Inversión en equipos y capacitación.
- Transición de tareas manuales a líneas automatizadas.
- Expansión por América y debut en Japón en 1997.
“La modernización no solo mejoró rendimientos; también abrió puertas internacionales.”
Un liderazgo construido en el mercado chileno: marca, procesos y ventas
La consolidación en el mercado chileno nació de una propuesta consistente y una red eficiente.
Participación, marcas y red que impulsaron las ventas
Una marca fuerte se apoyó en calidad, disponibilidad y comunicación cercana con el consumidor. Ese posicionamiento alimentó la confianza y la compra recurrente.
El proceso integrado cubrió todo el ciclo: genética, crianza, faena y logística. Esto aseguró frescura y cumplimiento en tiempos de entrega.
En 2010 el grupo alcanzó 56% del mercado en venta medida en kilos, con 18.490 toneladas mensuales y US$ 639 millones en facturación.
- Red de 28 terminales que conectó miles de puntos de venta.
- Competidores principales: Ariztía (29%) y Don Pollo (8%).
- La planta Lo Miranda funcionó como eje operativo para ventas locales y exportaciones.
“La suma de marca, procesos robustos y distribución propia convirtió ventajas operativas en resultados comerciales sostenibles.”
Este liderazgo fue producto de disciplina, inversión y foco en el mercado chileno, traducido en ventas concretas año tras año.
Conclusión
Un comienzo sencillo en 1974 marcó el inicio que, con años de trabajo, visión e inversión, creció hasta una operación de clase mundial.
La integración operativa y la modernización permitieron mantener calidad y eficiencia. La incorporación del negocio porcino y la automatización fueron pasos decisivos para escalar procesos.
El punto de inflexión exportador llegó en 1994 hacia América y en 1997 hacia Asia. En 2010 la empresa lideró la venta en Chile con 56% del mercado, 18.490 toneladas mensuales y US$ 639 millones, apoyada por 28 terminales.
Esta historia muestra cómo una planta y su equipo pueden transformar un inicio modesto en un proyecto con alcance internacional. Para más contexto sobre el sector, revisa este estudio sectorial.
