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¿Sabías que el símbolo “@” se usaba en la Edad Media para medir el vino?

La arroba no nació en internet. En la península ibérica y en gran parte del mundo hispano, este grafema sirvió como marca comercial para medir aceite y vino en ánforas.

La palabra arroba viene del árabe ar-Rub, que significa “la cuarta parte”. Sus equivalencias variaban: entre 10 y 16 litros, o 12 a 15 kilos según producto y región.

Hay pruebas paleográficas antiguas. Un manuscrito de 1345 muestra el signo @ en textos contables y abreviaturas.

Con el tiempo pasó de los libros de cuentas a las máquinas de escribir —ya incluida desde 1885— y luego al correo electrónico en 1971, cuando Ray Tomlinson la eligió para separar usuario y servidor.

Esta breve historia conecta comercio, tipografía y comunicación. Veremos cómo un signo práctico viajó desde la almoneda medieval hasta la oficina y la pantalla en Chile.

Contenidos

Conclusiones clave

  • La arroba empezó como unidad práctica en transacciones medievales.
  • Proviene del árabe ar-Rub y tuvo valores entre 10–16 litros.
  • Existe evidencia manuscrita del siglo XIV que la documenta.
  • Entró en las máquinas de escribir a fines del siglo XIX.
  • En 1971 se convirtió en pieza clave del correo electrónico.
  • Su recorrido une comercio, tecnología y lenguaje.

Introducción: del ánfora al email, la sorprendente vida de la @

https://www.youtube.com/watch?v=OtGpfOQYIGY

Desde ánforas y registros contables hasta bandejas de entrada, la trayectoria de @ revela cambios profundos en comunicación y comercio. Símbolo viene del latín symbŏlum y del griego σύμβολον; designa una imagen o palabra que representa una idea por convención.

Aristóteles afirmó que no se piensa sin imágenes. Esa relación entre pensamiento, imagen y palabra sigue vigente: en sociedades tecnológicas los signos ofrecen comprensión rápida por su forma clara.

La semiótica, un importante campo estudio, analiza cómo atribuimos significados a los símbolos y cómo estos circulan entre culturas. La @ encarna ese tránsito: pasó de marca mercantil a marcador global del correo.

Como seres simbólicos, usamos signos para sintetizar información compleja. Una y otra vez, la utilidad de un símbolo se reconfigura con la tecnología —de la contabilidad manuscrita al teclado— y así se teje su historia en el mundo.

  • Recorrido: etimologías, semiótica, medidas, tipografía e Internet.

Signos, símbolos y significado: claves semióticas para entender la @

A dimly lit medieval abbey interior, with ornate stone arches and stained glass windows casting a warm glow. In the foreground, an old leather-bound book lies open, revealing intricate symbols and sigils adorning the pages. In the middle ground, a wooden table holds various alchemical instruments - a quill, an hourglass, and a small copper vessel. The background showcases a massive stone archway, with a carved relief depicting an ancient, mystical symbol - the "@" sign, its meaning shrouded in historical significance.

Mirar la @ como caso semiótico ayuda a ver cómo imágenes breves se vuelven convenciones duraderas.

Qué distingue un símbolo de un signo

Signos señalan hechos o circunstancias y pueden ser comprensibles fuera del contexto humano. Algunos gestos, por ejemplo, son interpretados por animales.

Símbolos condensan significado cultural y requieren un vínculo convencional entre forma y concepto. Son específicamente humanos y dependen de memoria colectiva.

Elementos visuales y vínculo cultural

La semiótica, importante campo estudio, explica por qué símbolos funcionan en sociedades tecnológicas. Su eficacia viene de la simplicidad y foco en elementos visuales principales.

  • Signos y símbolos se articulan en sistemas donde la interpretación requiere un planteamiento intuitivo, incluso cuando no hay ningún patrón previsible.
  • Los símbolos pueden componer información realista o abstraerse en elementos visuales básicos que no guardan similitud con objetos del entorno.
  • El valor de una marca gráfica mide cuánto penetra en la memoria mediante reconocimiento rápido y repetición.

Así, la @ pasó de marca contable a símbolo identitario por usos compartidos en comercio, contabilidad y redes digitales.

Etimología y nombres: de ar-Rub a arroba y la “a comercial”

Las raíces lingüísticas de la @ revelan encuentros culturales que transformaron su uso. La palabra símbolo proviene del latín symbŏlum, tomado del griego σύμβολον, con la idea de “arrojar juntos”. Esa imagen de unir partes ayuda a entender cómo una imagen puede funcionar como contraseña cultural.

Raíces y nombres en la práctica

En español, arroba viene del árabe ar-Rub, que significa “cuarta parte” del quintal medieval. En registros mercantiles ibéricos se usó para cantidades de vino y aceite.

  • La etimología griego → latín explica que un signo une elementos para formar un todo reconocible.
  • La genealogía árabe muestra cómo las unidades de peso y capacidad migraron con el comercio.
  • En documentos, la lectura como “a” o “cada” dio paso al nombre coloquial a comercial, que fijó su función de marca de precio unitario.

Estas trayectorias lingüísticas (griego, latín, árabe e iberorromances) ilustran cómo un nombre facilita la transferencia semántica: una marca usada para medir pasó a ser un signo operativo y, más tarde, un elemento digital global.

Medidas medievales: cuando la @ marcaba capacidad de vino y aceite

A medieval wine barrel or cask, standing prominently in a dimly lit cellar. The barrel's surface is weathered, with intricate carvings and markings, including the distinctive "@" symbol etched into the wood, indicating its capacity. Soft, warm lighting from a single lantern casts gentle shadows, highlighting the barrel's rugged texture and the character of the aging space. In the background, shadowy shelves hold additional barrels and casks, suggesting a larger inventory of wine and other provisions. The overall atmosphere evokes a sense of history, tradition, and the importance of precise measurement in the medieval era.

En mercados medievales, un trazo sencillo servía como guía para medir barriles y ánforas.

La arroba apareció en documentos contables como marca visible junto a cantidades. Su función era práctica: indicar capacidad o peso de recipientes usados en venta de vino y aceite.

Marca en ánforas y registros

Como marca de ánfora, el signo ayudaba a identificar volúmenes en listados y facturas. Simplificaba la lectura y aceleraba las transacciones del mercado.

Equivalencias y lógica del cálculo

La arroba se definía como la cuarta parte del quintal. En la península ibérica equivalía, según producto y región, a 10–16 litros o a 12–15 kilos.

Circulación y difusión

Su uso cotidiano en almonedas y ferias estabilizó el símbolo en prácticas mercantiles. La adopción por distintas culturas hispanas facilitó su llegada a otras zonas del mundo hispano.

  • Atajo gráfico: servía como “a” o “cada” en listados.
  • Practicidad: reducía errores en precios y pesos.
AtributoValor aproximadoContexto
Capacidad10–16 litrosVino, aceite según región
Peso12–15 kilosEquivalente en productos secos
Origen de medida1/4 del quintalUso mercantil y contable

Así, un elemento gráfico de antigüedad práctica pasó de registros físicos a la tipografía moderna por su valor utilitario.

Escritura y abreviaturas: la @ como contracción de ad y la economía del trazo

Los copistas usaban atajos que ahorraban tinta y tiempo; uno de los más eficaces fue la contracción de la palabra latina ad en un solo trazo. Esa práctica produjo un signo compacto y fácil de repetir.

En listados de precios y cuentas, la contracción se leyó como “a” o “cada”, razón por la cual recibió el nombre de “a comercial”. Este elemento simplificaba registro y lectura en pergaminos costosos.

Los hábitos de los escribas se consolidaron en convenciones gráficas. Esas convenciones transformaron trazos utilitarios en símbolo cultural.

  • Economía escrituraria: ahorro de espacio y tinta en documentos.
  • Coherencia funcional: abreviar ad implicaba “a/cada” en precios.
  • Transmisión técnica: la convención sobrevivió cambios de soporte.

Conviene distinguir entre grafema y símbolo: como grafema es un simple signo, pero como símbolo carga un significado social y comercial. Ese peso semántico permitió que su uso se estandarizara en la práctica mercantil.

FunciónSoporteVentaja
Abreviatura de adPergamino y papelAhorro de tinta y tiempo
Marca de precioDocumentos contablesLectura rápida en listados
Convención tipográficaImprenta y tecladoFacilidad de migración a tecnologías modernas

Así, un simple trazo medieval se convirtió en un símbolo listo para nuevos usos en máquinas y pantallas.

De la imprenta al teclado: cómo la @ entró al set tipográfico moderno

En talleres de composición y oficinas contables, un signo pequeño ganó presencia por su utilidad diaria.

Mecanografía y tipografía

Desde 1885 algunas máquinas de escribir ya incluían la arroba en sus teclados. Su inclusión respondió a necesidades claras: facturas y listados usaban un trazo para indicar “a/cada”.

Máquinas y convenciones comerciales

La forma —una a envuelta por un trazo— resultó fácil de reconocer en papel impreso. Ese diseño ofrecía legibilidad y ahorro de espacio en documentos administrativos.

De nombre y significado a estándar global

En español se conoció como “a comercial”, un nombre que fijó su base semántica en el uso contable. La presencia en tipos y teclados facilitó su enseñanza en oficinas y su extensión en el mundo tipográfico.

  • Normalizó su aprendizaje en labores administrativas.
  • Integra arte de la composición y estandarización de teclados.
  • Permitió que, más tarde, no hubiera que crear un signo nuevo para informática.

Ray Tomlinson y el correo electrónico: la decisión que cambió el mundo

A medieval-style illustration depicting the symbol "@" as a central focus, surrounded by various wine-making tools and equipment. The foreground showcases the "@" symbol prominently, rendered in an ornate, calligraphic style. In the middle ground, there are detailed depictions of wine barrels, goblets, and other vintage wine accoutrements, all illuminated by warm, candlelit lighting. The background features a dimly lit, richly textured stone wall, evoking the atmosphere of a medieval cellar or wine cellar. The overall tone is one of historical significance, emphasizing the symbol's long-standing association with the wine trade.

Un simple carácter elegido en 1971 facilitó la comunicación electrónica a escala global. Ray Tomlinson separó nombre y servidor usando un signo práctico y claro.

Por qué se eligió esa tecla

La elección respondió a criterios técnicos y prácticos. El carácter estaba disponible en teclados, rara vez aparecía en nombres y no interfería con identificadores. Además, su lectura como “a” ofrecía un significado intuitivo: usuario a servidor.

Estandarización desde ARPANET hasta hoy

Gracias a su presencia previa en máquinas y a la simpleza del concepto, la marca se volvió estándar de facto en ARPANET. Software y protocolos la incorporaron rápido.

  • Base técnica: carácter inequívoco y sin colisiones.
  • Semántica clara: lectura natural que ayudó a su adopción.
  • Impacto: una decisión menor que cambió interfaces y prácticas globales.

Para una referencia histórica sobre quien tomó la decisión, consulte a Ray Tomlinson.

El origen del símbolo @

https://www.youtube.com/watch?v=s9GMBZGLGQE

Varias teorías convergen para explicar cómo una letra se volvió unidad práctica en comercio y contabilidad.

Una hipótesis propone que nació como abreviatura latina de ad; otra lo liga a marcas de medida usadas en ánforas para vino y aceite, con equivalencias históricas de 10–16 litros y 12–15 kilos.

Manuscritos del siglo XIV muestran trazos que hoy identificamos como esta marca. Su forma —una “a” encerrada por un trazo— compacta elementos gráficos y mejora la legibilidad en listados.

Más allá de la prioridad de una explicación, el valor funcional converge: indicar razón, unidad o cantidad por cada. Esa convergencia explica su paso a tipos de imprenta y teclados.

  • Abreviatura latina y marca mercantil como hipótesis compatibles.
  • Registros medievales prueban circulación temprana.
  • La forma favoreció migración tipográfica y uso en correo electrónico.
HipótesisEvidenciaImpacto
Contracción de adAtajos en manuscritosEconomía del trazo
Marca de medidaListados y facturas (10–16 L / 12–15 kg)Estándar comercial
TipografíaTeclados y tipos impresosSalto al correo electrónico

Para ampliar la investigación sobre este misterio histórico, vea un análisis periodístico sobre el misterio de la arroba.

La @ en perspectiva: comparación con otros símbolos históricos

A striking visual tableau depicting a curated collection of historical symbols, meticulously rendered in a sophisticated, high-contrast style. In the foreground, the iconic "@" symbol stands tall and proud, its form elegantly etched against a dimly lit backdrop. Surrounding it, a diverse array of other symbolic representations from various eras and cultures - ancient glyphs, medieval sigils, and esoteric iconography - each imbued with a sense of timeless significance. The mid-ground features a subtle interplay of light and shadow, creating depth and dimension, while the background remains shrouded in a contemplative, almost mystical atmosphere. The overall composition conveys a sense of reverence and fascination for the enduring power of symbolic language throughout human history.

Al poner la @ junto a signos antiguos se aprecia un patrón: la utilidad impulsa la difusión cultural.

Parentescos con infinito, ojo de Horus y monedas

El signo de infinito, fijado por John Wallis en 1655, nace en matemáticas y en el arte ornamental. Su forma remite a la lemniscata, al Uróboro y a motivos celtas.

El ojo de Horus pasó de protección funeraria a imagen cristiana de la providencia. Ese traslado muestra cómo un motivo cambia de significados según contextos religiosos y civiles.

  • Monedas: el “PS” evolucionó hacia $; el € se adoptó por consenso comercial.
  • Función y forma: signos que salvan ambigüedad se vuelven estándar.
  • Origen práctico: muchos surgieron de objetos, pesos o necesidades administrativas.
SignoRaízTrayectoria
Matemática / ornamentaciónDelemniscata a símbolo universal
Ojo de HorusEgipto antiguoProtección → arte cristiano
@Comercio y mecanografíaUnidad práctica → red global

En todas las trayectorias la fuerza del signo yace en un claro vínculo entre función, imagen y reconocimiento social. La @ comparte ese camino: nace por uso, se adapta tecnológicamente y alcanza vida propia en múltiples culturas.

Cultura y uso actual en Chile y el mundo hispanohablante

En Chile la @ aparece a diario en aulas, trámites y redes, integrando prácticas públicas y privadas.

La palabra arroba sigue siendo el nombre común en español y facilita la comunicación en correos, formularios y menciones. Su presencia en teclados estándar y en plataformas desde los años 90 asegura un acceso rápido para usuarios de todas las edades.

Redes, identidad y memoria colectiva

En empresas y en la administración pública chilena la @ funciona como un punto de referencia para cuentas y contactos. Esto crea un vínculo entre usuario y servicio y actúa como anclaje en la mente del usuario.

  • Usos en educación: dirección de correo y actividades escolares.
  • Usos en empresas: identificación profesional y formularios.
  • Usos en redes: etiquetado, presencia y participación comunitaria.

“Una marca simple puede ordenar identidades y facilitar la interacción social.”

La fuerza de este símbolo reside en su capacidad para condensar información. Desde su herencia mercantil mantiene un vínculo con prácticas antiguas y, a la vez, se resignifica en la vida digital.

En conjunto, estos símbolos muestran cómo el pensamiento humano aprovecha trazos sencillos para coordinar acciones complejas entre seres sociales.

Conclusión

La trayectoria de la @ resume cómo un trazo práctico se transformó en un recurso global de comunicación.

Desde medida en ánforas hasta separador en correos, su eficacia radica en la legibilidad, la disponibilidad técnica y la adopción social. Esto muestra la importancia de signos claros en sistemas de interacción.

Los símbolos pueden componer información compleja de modo inmediato. Pueden extraer rasgos realistas del entorno o usar elementos visuales básicos que no guardan similitud con objetos del entorno natural, pero funcionan por consenso.

El valor puede determinar la perdurabilidad: reconocimiento y memoria pública sostienen su uso global. Además, la interpretación suele requerir planteamiento intuitivo para extraer sentido.

En suma, la historia de la @ invita a leerla como ejemplo vivo: cuando una forma satisface una necesidad técnica y cultural, su significado se enriquece y se vuelve parte de la memoria colectiva. Para más contexto sobre la historia de los símbolos, consulte esa fuente.

FAQ

¿Sabías que la "@” se usaba en la Edad Media para medir el vino?

Sí. En la Europa medieval y en la península ibérica la arroba funcionó como unidad de peso y volumen en el comercio de vino y aceite, equivalentes aproximados de 10–16 litros o 12–15 kg según la zona.

¿Cómo pasó la "@” de marcar ánforas a convertirse en un carácter tipográfico moderno?

La transición ocurrió por el uso en contabilidad y comercio, su inclusión en máquinas de escribir y tipos móviles, y luego su presencia en teclados mecánicos. Esa continuidad tipográfica facilitó su adopción en sistemas informáticos.

¿Qué relación tiene la "@” con abreviaturas latinas como ad o a modo de contracción?

En la escritura medieval se usaban ligaduras y contracciones para ahorrar trazos. La forma que hoy conocemos como arroba surgió como una abreviatura o signo comercial vinculado a la expresión “arroba” y a atajos como “ad”.

¿Por qué Ray Tomlinson eligió la "@” para separar usuario y servidor en el correo electrónico?

Tomlinson buscó un carácter poco usado en nombres propios y que indicara relación o pertenencia. La arroba servía bien como “en” (usuario en servidor), y estaba disponible en teclados de la época, así que se convirtió en la elección práctica.

Desde cuándo aparece la "@" en máquinas de escribir y tipografías?

La presencia de la arroba en material tipográfico data del siglo XIX; registros la sitúan en teclados y tipos móviles desde alrededor de 1885, vinculada a usos comerciales y contables.

¿Cuál es la etimología del término arroba y sus variantes como "a comercial"?

La palabra proviene del árabe hispánico ar-rubaʿ, que significa “cuarta parte” o medida. En español evolucionó a arroba; en entornos comerciales modernos recibe nombres como “a comercial” o simplemente “arroba”.

¿Qué diferencias semióticas hay entre signo y símbolo y cómo aplican a la "@”?

Un signo remite directamente a un referente concreto; un símbolo carga significado cultural y abstracto. La arroba funciona como signo técnico (unidad, carácter) y como símbolo cultural (identidad digital, comunicación).

¿La forma visual de la "@” remite a objetos del entorno natural o a elementos visuales básicos?

Su diseño —una “a” encerrada por un lazo— conjuga elementos visuales básicos: curva y círculo. Esa geometría recuerda contenedores y nudos, lo que favorece asociaciones intuitivas con recipientes o vínculos.

¿Cómo se difundió la arroba en la Península y el mundo hispano durante la Edad Media?

Se empleó en mercados, almonedas y transacciones mercantiles como unidad práctica de peso y volumen. Su uso se normalizó en documentación comercial y contable, extendiéndose por rutas comerciales hispánicas.

¿Qué valores exactos representó la arroba en distintos lugares (litros y kilogramos)?

No existió un único valor universal. En la práctica ibérica la arroba se situó entre 10 y 16 litros para volumen y entre 12 y 15 kg para peso, variando por región y tipo de producto.

¿En qué se parecen la "@" y otros signos históricos como el infinito o el ojo de Horus?

Comparten la capacidad de condensar múltiples significados simbólicos y técnicos. Todos actúan como signos visuales que transmiten ideas culturales, protección, continuidad o relación, según contexto.

¿Cómo influye la arroba en el lenguaje digital y las redes sociales en Chile y el mundo hispanohablante?

La arroba sirve para mencionar usuarios, indicar direcciones de correo y como recurso gráfico en textos inclusivos. En Chile y otros países hispanohablantes funciona como herramienta de visibilidad y comunicación directa.

¿Qué papel tuvo la tipografía y la contabilidad en la estandarización de la "@”?

La tipografía y la práctica contable consolidaron la forma gráfica y el uso funcional de la arroba. Los impresores y contadores introdujeron el signo en documentos y sistemas, facilitando su normalización.

¿Puede la forma de la "@” transmitir significado más allá del uso práctico, como arte o símbolo cultural?

Sí. Su geometría y su historia permiten lecturas estéticas y simbólicas. Artistas y diseñadores la usan como imagen que evoca comunicación, conectividad y modernidad.

¿Existen variaciones lingüísticas o gráficos de la arroba en otras culturas?

Sí. Algunos idiomas y comunidades usan nombres distintos y versiones gráficas adaptadas. En función cultural varía la percepción: unidad de medida histórica, carácter tipográfico o símbolo identitario digital.
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